“Entre la luz y la penumbra, la brisa y el faro, la tierra y el mar. Un horizonte lleno de incertidumbres, y la certeza de la luz. Las velas siempre ardieron en mi hogar, junto con mi amor por las antigüedades. Fruto de la tradición y la destreza, combinación de color y aroma, la flama disparó mi imaginación. Lectura, ambientación, necesidad, placer, estilo. Hoy, ya no tan imprescindibles, siempre hubo y habrá una vela encendida… Una vela para Fina…”