“Objetos, aromas y antigüedades.
Todo eso combinado produjo la necesidad de crear mis propios espacios y mis propias reuniones.
Desde pequeña cultivé mi pasión por las antigüedades, generando un estilo propio y único, que rememora aquellas tardes y noches de tés, seguidos de suntuosos bailes benéficos, los cuales culminaban en apacibles siestas de la cocot o divertidas kermeses.
Antes se llamaban “reuniones cajetillas y caqueronas”, hoy se llaman “eventos con glamour y celebrities”.
Etiquetadas como el tiempo lo ordene, la esencia del buen gusto perdura.
Con clase y cuidados modos dedicados a la decoración de celebraciones varias, la originalidad invade mis sentidos, embebidas en tradiciones familiares y educación de vanguardia.
Soy Fina, anticuaria y decoradora de pura cepa.
Y todo en función de una vela encendida…
Una vela para Fina.“